1. Recolección

Llegado el momento de proceder a la recogida, en Cobelén la llevamos a cabo de forma tradicional, es decir, se recoge a mano y de una en una para evitar cualquier daño al fruto. Y es que nuestras variedades son especialmente delicadas: La Manzanilla Fina y la Gordal. Por eso, las cestas donde son vertidas no superan los 500 kilos para evitar cualquier golpe o marca.

Nuestros agricultores miman a la aceituna desde el árbol hasta que son trasladadas a nuestras instalaciones.

2. Reducción de amargor

Una vez que las aceitunas han sido recepcionadas en la fábrica, son sometidas a un primer tratamiento con el objetivo de eliminar su exceso de amargor. Posteriormente tiene lugar su lavado, antes de poner en salmuera.

3. Fermentación

A continuación, nuestras aceitunas verdes son almacenadas en salmuera en sus respectivos depósitos, donde se produce una fermentación láctica natural, durante un periodo de cuatro meses, aproximadamente.

4. Clasificado

Cuando el fruto adquiere el color y el sabor adecuados se procede a clasificar la aceituna por tamaños y calidades, eliminando aquellas que no reúnen las características adecuadas para su consumo como aceitunas de mesa.

5. Preparación de la aceituna

Nuestras aceitunas pueden ser consumidas de diferente forma como, por ejemplo, enteras, deshuesadas, en rodajas o con infinidad de rellenos.

6. Envasado y pasteurización

Disponemos también de una amplia variedad de formatos (hojalata, vidrio y bolsa) para envasar nuestros productos. Una vez envasado pasa por un proceso de pasteurización con el objetivo de que no pierda ninguna de sus propiedades nutricionales y organolépticas, garantizando así que llegan en óptimas condiciones al consumidor.

7. Encajado y etiquetado

El último paso hasta el cliente es el encajado y etiquetado del producto final. ¡Todo listo para disfrutarlas!